Hola, soy Rocío.

Esta es mi historia.

Estuve un año en la cama, no me podía mover, yo que era una persona que siempre estaba haciendo cosas, de repente sentí la necesidad de tener una mascota que pudiera tener en casa y no tuviera la necesidad de sacarla a la calle, que siempre estuviera conmigo.

Buscando en criaderos encontré uno en Toledo, ahí es donde encontré a Isis, fue un amor a primera vista, ella fue la que me hizo amar esta raza, por desgracia ya no está entre nosotros pero todos los días le recuerdo. Por ella fue la decisión de empezar a criar gatos egipcios, ella fue la que me hizo darme cuenta de que esta raza de gatos además de ser limpios por no tener pelo, no requerían tantos cuidados y yo estando enferma podía hacerme cargo de cuidarla. Aprendí que los gatos egipcios son muy inteligentes, muy demandantes de las personas, la mejor compañía para los niños y para las personas enfermas.

Después de Isis vino Cleo, hermana de padre pero no de madre, enseguida vino Alfa, después de Alfa vino Eda, luego Omega. Me saqué los permisos de criadora y este año hemos adquirido a Missi y Elfi.

Los criadores amateur como nosotros, los criamos en nuestra casa con nuestras familias y son parte de ella.

Se crían con nuestros hijos y con otras mascotas de la misma u otra raza o especie, por eso nuestros gatitos salen totalmente sociabilizados, con sus vacunas y sus desparasitaciones.

Incluso si nos vamos de vacaciones vienen con nosotros.